Este pequeño pueblo ofrece paz, tranquilidad y un colorido extenso y variado, donde el pino, castaño, fresno, olivo y viñedo son auténticos protagonistas. Situado en una zona privilegiada, es un placer perderse por su caminos disfrutando de la naturaleza, poder bañarse en sus gargantas, de aguas cristalinas, o beber de sus fuentes.
Un lugar donde, en cualquier época del año, podemos disfrutar de lo que la naturaleza nos ofrece: ornitología, micología, barranquismo, rutas de senderismo…, y, por supuesto, unirnos con su gente, que, en sus fiestas y celebraciones, nos reciben con los brazos abiertos para mostrarnos sus costumbres, cultura, gastronomía, artesanía… y su modo de vida.